Long COVID

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha generado preocupación generalizada en el ámbito de la salud y ha sobrecargado las instituciones sanitarias. A medida que aumenta el número de pacientes recuperados de COVID-19, también aumenta la frecuencia de informes de síntomas similares a los de COVID-19 después del alta denominado Long Covid. Curiosamente es sobre todo en Personas vacunados varias veces que indica una muy probable relación a un posible daño por vacunas mRNA ya que se ha reportado una gran cantidad de efectos secundarios y muertes directamente relacionados.

En recientes estudios, [M.Aparicio et. al.] las cinco manifestaciones más frecuentes de los 25 síntomas a largo plazo observados en este estudio fueron fatiga, pérdida de cabello, disnea, problemas de concentración y dificultades para dormir. Además, las personas tratadas con múltiples medicamentos (tratamiento convencional para COVID-19 más CDS) tuvieron 2.7 casos menos de efectos secundarios, y los pacientes tratados exclusivamente con CDS tuvieron 6.14 casos menos de efectos a largo plazo. Las personas que recibieron CDS tienen un 19% menos de probabilidades de experimentar efectos a largo plazo en la salud que los pacientes que reciben el tratamiento estándar para COVID-19. Según los hallazgos de este estudio, los pacientes que reciben CDS tienen una probabilidad reducida de desarrollar efectos secundarios.

Además, la incidencia de efectos a largo plazo es menor en las personas tratadas exclusivamente con CDS. Los hallazgos recientes relacionados con el Dióxido de Cloro respaldan el desarrollo de estudios clínicos para evaluar su eficacia en la prevención del desarrollo de los efectos a largo plazo de COVID-19.

Según los informes de los médicos del COMUSAV, se ha observado que el CDS presenta resultados altamente favorables en el tratamiento del Long Covid y en la mitigación de los daños causados por el Covid y la inoculación. Ellos recomiendan seguir un tratamiento de 3 a 6 meses utilizando el protocolo C para abordar estos casos. Con el fin de evaluar adecuadamente los resultados, se realizará un análisis exhaustivo que incluye la medición de los niveles de Dímero D y ferritina tanto antes como después del tratamiento, así como un hemograma completo.

Hay casos graves recuperados como Guillen Barre, coágulos sanguíneos, Guillen Barre, miocarditis, fatiga, pérdida de cabello, etc…

En la imagen se observa el comportamiento de sangre coagulada que se recupera de forma inmediata:

Infiltración de CDS en el trombo sanguíneo
Oxigenación observada inmediatamente
12 minutos después, recuperación final

La pregunta porque funciona el CDS Tanto en Covid como en long Covid se puede explicar de la siguiente forma: 

El CDS al parecer
puede eliminar la cisteina y la tirosina de la proteína Spike del coronavirus y de la inoculados por oxidación.

En conclusión, es importante destacar la disposición de las áreas donde se encuentran los aminoácidos sensibles a la oxidación por dióxido de cloro, resaltando que la proteína de espiga del coronavirus SARS-CoV-2 contiene 54 tirosina, 12 triptófano, 40 residuos de cisteína, además de prolina, que a su vez está presente en la estructura de ACE2 en conexión con RBD, lo que permite proyectar las acciones del dióxido de cloro sobre la espiga viral. Un ejemplo pedagógico muy ilustrativo es que la espiga es la llave y ACE2 es la cerradura.

La deformación de la llave debido a la oxidación del dióxido de cloro en los aminoácidos cisteína, tirosina, triptófano y prolina, de las cadenas de hélice y de la oxidación de la cerradura (
ACE2) no solo impide la unión, sino que también disuelve rápidamente la unión existente entre la espiga (RBD) y ACE.

 

Esto demuestra claramente el impacto del dióxido de cloro en el funcionamiento del virus y su interacción con las células huésped.